🫛 Soja transgénica y anti-nutrientes

Los 3 puntos fundamentales

PARTE 2

En la Newsletter de ayer hablamos de los fitoestrógenos de la soja, y la confusión con los estrógenos que sí pueden afectar la salud de la gente y causar problemas cómo: desequilibrio hormonal, hipotiroidismo, algunos tipos de canceres.

Por suerte, como hemos visto ayer, los fitoestrógenos de la soja no tienen nada que ver con los estrógenos, y por esto aconsejamos a todos nuestros pacientes de incluir, siempre que sea posible y practicable, soja y sus derivados en la alimentación.

Si quieres ver el artículo completo de ayer, te dejo el enlace

Una vez que hayamos aclarado estos puntos, faltan un par más que es necesario comentar, ya que muchos pacientes y mucha gente en las redes sociales tiene esta preocupación acerca de la soja, tachándola como ‘mala para la salud’

Punto 1: ¿La soja es transgénica?

En el mundo se produce alrededor de 403 millones de toneladas (MT) de soja cada año, con la mayoría procedente de Estados Unidos y Brasil.

La soja no transgénica representa aproximadamente el 10% de la producción global, lo que equivale a unos 40 millones de toneladas, una fracción significativamente menor en comparación con la producción total.

De esta enorme cantidad de soja, solo alrededor de 21 millones de toneladas se destina al consumo humano, mientras que el resto, aproximadamente 382 millones de toneladas, se utiliza en la alimentación animal para la elaboración de piensos y otros productos.

Es importante tener en cuenta que los animales de granja, como cerdos, pollos y vacas, son alimentados mayormente con pienso a base de soja y maíz transgénicos, fortificados con vitaminas como la B12.

En el mercado, la presencia de soja transgénica es bastante limitada, siendo la mayoría de los productos a base de soja no modificados genéticamente, al menos el 99%. Esta información puede ser fácilmente verificada simplemente leyendo las etiquetas de los productos.

Desde el año 2006, es obligatorio indicar en las etiquetas si un producto contiene ingredientes modificados genéticamente, ya sean soja, maíz, verduras o frutas. Esta normativa proporciona a los consumidores la tranquilidad de tomar decisiones informadas sobre sus compras.

Además, optar por productos con certificación orgánica (BIO) puede ofrecer una mayor seguridad, ya que garantizan que los productos han sido cultivados de manera natural, sin el uso de pesticidas químicos ni organismos genéticamente modificados.

Así que, ¡PUNTO 1 RESUELTO!

Vamos a por el segundo.

La importancia de remojar o cocinar los cereales

Punto 2: los anti-nutrientes de la soja

Este tema es aplicable a una amplia variedad de alimentos vegetales, no solo a la soja. 

Prácticamente todas las legumbres, cereales y semillas contienen naturalmente una cantidad de antinutrientes, aunque no me gusta el término, por ahora lo usaremos.

Alimentos como la soja, avena, trigo, lentejas, quinoa, así como semillas y nueces, entre otros, presentan estos compuestos en su composición.

En el caso de las legumbres y los cereales, el contenido de estos antinutrientes tiende a ser más elevado, lo que quizás explique por qué los influencers suelen criticar constantemente estos alimentos.

El antinutriente más mencionado es el ácido fítico, o fitato, que suele encontrarse en la cáscara de los alimentos y puede afectar la absorción de minerales como hierro, calcio, zinc y magnesio en el tracto digestivo humano, además que no es muy digerible y podría provocar problemas intestinales.

Es importante tener en cuenta que todo esto es cierto.

De hecho, se han realizado varios estudios con animales a los que se les administraron grandes cantidades de fitatos (no a través de alimentos, sino en su forma pura), lo que les ocasionó varios y graves problemas de salud.

Lo que muchas personas, incluidos los influencers, no comprenden es que nosotros no consumimos fitato en su forma pura, sino en cantidades muy pequeñas a través de alimentos COCINADOS. 

Esto es fundamental entenderlo.

El ácido fítico se reduce en su mayoría cuando los alimentos se remojan, cocinan, fermentan o se someten a una combinación de estos procesos. Por ejemplo, el tempeh es un excelente alimento, ya que la soja se remoja, cocina y fermenta, eliminando casi por completo el ácido fítico.

El problema surgiría si consumiéramos legumbres o cereales crudos, pero nadie lo hace, ya que sería extremadamente difícil de digerir y podría provocar problemas gastrointestinales graves.

Incluso la avena en copos que se encuentra en los supermercados ya está "precocida" y contiene una cantidad mínima de fitato.

En este caso, es recomendable cocinar la avena (por ejemplo, preparando una avena caliente) antes de consumirla, o remojarla durante la noche (para hacer un pudín de avena frío, que es delicioso) para reducir el ácido fítico.

Por lo tanto, podemos considerar que el punto 2 está resuelto.

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Si, puedes comer legumbres a diario, Es más, te lo recomiendo.

RESUMEN Y CONCLUSIÓN

  1. Punto 1: Soja y hormonas

    Como vimos ayer, no hay ninguna relación entre soja y desequilibrios hormonales en seres humanos. No afecta negativamente a ningún aspecto de la salud, ni de los hombres ni de las mujeres.

  2. Punto 2: Soja transgénica

    La mayoría de la soja en el mercado es NO-OGM, o sea, no es transgénica. Y si lo fuera, lo indicaría en las etiquetas, por lo tanto solo hace falta revisar el producto antes de comprar.

  3. Punto 3: Soja y anti-nutrientes

    Si, las soja y muchos vegetales contienen anti-nutrientes como el ácido fítico.

    Pero, simplemente con remojar y cocinar y/o fermentar las legumbres o cereales, estaríamos eliminando casi completamente el ácido fítico. Lo poco que queda, lo podremos digerir sin problemas.

Hay que coger con pinzas todo lo que leemos en las redes sociales.

Muchas veces es alarmismo injustificado.

Además, si tuviéramos que hacer caso a todos los influencer, nos deberíamos alimentar solo con agua.

Y quizás ni eso.

Seguro hay alguien que crítica hasta el agua.

Espero que estas aclaraciones te hayan sido útiles y que ya no tengas el miedo a la soja. El tofu, tempeh, yogures, pasta y otros productos a base de soja pueden formar parte de tu dieta sin ningún problema! Es más, cuantos más vegetales integrales en tu dieta, mejor para tu salud.

Un abrazo y nos vemos mañana con otra Newsletter

-Ana

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